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Hoy en día, los tratamientos de esclerosis vascular se están convirtiendo en los más buscados para eliminar las arañitas y las várices de la piel. Esto se debe a que se trata de uno de los procedimientos más eficaces para este tipo de problemas, como así también uno de los más seguros.
Las várices y las arañitas son de los problemas más frecuentes cuando existen deficiencias en el nivel circulatorio de la sangre, como así también con el paso de los años.
Sobre las várices y las arañitas
Antes de hablar del tratamiento, debemos ver cuánto sabemos en realidad acerca de las várices y de las arañitas, cómo reconocerlas, saber cómo es que aparecen y las diferentes maneras de prevenirlas.
Lo primero que merece la pena destacar tiene que ver con que no se trata solamente de unas venitas que asoman un poco más y que molestan solamente a la vista, sino que, además, son dolorosas. Por esto, vamos a ahondar primero en las diferentes maneras que tenemos de prevenir que estas se formen.
¿Se pueden prevenir?
En la actualidad, estas problemáticas se han convertido en una de las principales causas de consulta con flebólogos, dermatólogos y demás especialistas abocados al tema. Estos, por lo general, tienden a hacer una serie de recomendaciones para lograr evitar que las várices y las arañitas se formen. Una de las primeras y más importantes es la de tomar suficiente líquido todos los días. Dentro de este consejo, se recomienda que la mayor parte de este líquido sea agua.
Por otra parte, es importante mantener en buen movimiento el cuerpo para evitar los problemas circulatorios que tienden a dar lugar a esto. Por eso, si bien es cierto que no en todas las edades y condiciones físicas se pueden llevar adelante los mismos tipos de ejercicios, realizar algún tipo de actividad de manera regular, especialmente aeróbica es una de las mejores maneras de prevenir este tipo de problemas.
Por otra parte, es muy importante hidratar todo el tiempo la piel, fundamentalmente con cremas que cuenten con abundantes cantidades de vitaminas A y E. esto puede hacerse luego de cada ducha, para garantizarse de tener consistencia en el tiempo.
Finalmente, cabe destacar que la alimentación también cumple un rol fundamental en lo que refiere a los mecanismos necesarios para evitar este tipo de problemas circulatorios y en la piel. De este modo, es muy importante evitar el consumo de sal en exceso, como así también consumir suficientes proteínas, pero evitando el exceso de harinas y de alimentos grasos.
En lo que refiere a la vestimenta, esta también puede llegar a tener una fuerte influencia en lo que refiere a estas problemáticas. Por ello, se recomienda usar la mayor parte del tiempo un calzado cómodo, como lo son las zapatillas, que nos permita pisar como debe ser. También es recomendable evitar el uso constante de vestuarios que sean sumamente ajustados.
Por último, otros consejos que pueden ayudarnos a prevenir que estos problemas tengan lugar son: evitar el tabaco, buscar posiciones para descansar con las piernas en altura de vez en cuando, evitar mantener la misma postura -sentados o parados- durante largos períodos de tiempo y evitar los fuertes golpes de temperatura.
Las causas de las várices y de las arañitas
Muchos son los factores que pueden provocar que estos problemas en la circulación tengan lugar. Uno de los más frecuentes es el embarazo. Esto se debe fundamentalmente a que el embarazo aumenta considerablemente la cantidad de sangre en el cuerpo, aunque, aún así, disminuye de la misma manera el nivel de sangre que se dirige hacia el área de las piernas.
En segunda instancia, estos problemas pueden tener lugar como consecuencia de un cambio hormonal brusco. El mismo puede ser provocado tanto por un embarazo como por ciertos tipos de afecciones. Esto es lo que demuestra el por qué de que las mujeres sean mucho más propensas a sufrir de venas varicosas que los hombres.
Claro está que la genética no se escapa de nuestra lista como uno de los principales causantes de las venas varicosas. Si un miembro de la familia desarrolla con normalidad esta problemática en las venas, es probable que uno también pueda llegar a desarrollarlas.
Por último, podemos mencionar como otro factor causante al sobrepeso. El sobrepeso lo que hace es que las venas sufran de un ejercicio de presión mucho más fuerte del que les es habitual. Por eso, nuestro cuerpo tiende a necesitar de mucho más trabajo para poder devolver la sangre al corazón. Es eso lo que provoca que se ejerza también mucha más presión sobre las válvulas, provocando que éstas sean mucho más propensas a sufrir de fugas.
Tratamiento de esclerosis vascular
Ahora que ya sabemos en qué consisten las várices y las arañitas, cómo prevenirlas y cuáles son sus principales causas, es momento de hablar acerca de sus tratamientos. Si no se ha logrado prevenir su aparición, uno de los tratamientos por excelencia para este problema es el de la esclerosis vascular.
Básicamente, podemos decir que el tratamiento de esclerosis vascular busca eliminar de manera muy rápida y segura las várices y las arañitas que aparecen en las capas superficiales de la piel. Se encarga de corregir los vasos sanguíneos que daban lugar a las lesiones, evitando el daño de los tejidos circundantes.
Una de las principales ventajas que podemos destacar acerca de este tratamiento tiene que ver con que no requiere de ningún tipo de intervención quirúrgica. Esto no sólo provoca que no se formen luego cicatrices, sino que además elimina los riesgos que traen consigo las operaciones en quirófano.
El tratamiento en sí mismo lo que hace es infiltrar en el vaso infectado una sustancia esclerosante, de modo de coagularlo. Una vez que se ha logrado coagular, el vaso va desapareciendo de manera progresiva, llegando a tardar de 7 a 14 días en total.
Si bien es cierto que esto depende de las necesidades y los avances de cada paciente en particular, los resultados definitivos del tratamiento de esclerosis vascular se alcanzan tras diversas sesiones que pueden rondar entre los 15 y los 60 minutos. Luego de cada sesión, los profesionales colocan una venda para compresión de la zona, que el paciente debe mantener, según recomendaciones del especialista, de 24 a 48 horas. Aunque se requieren de varias sesiones -que pueden seer más según la cantidad de vasos que se vean afectados- para notar los resultados definitivos, ya se pueden comenzar a observar cambios significativos desde la primera sesión.